MUJER SABIA
“Todo hombre que tenía azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras,
pieles de carneros teñidas de rojo, o pieles de tejones, lo traía. Todo el que
ofrecía ofrenda de plata o de bronce traía al Señor la ofrenda; y todo el que
tenía madera de acacia la traía para toda la obra del servicio. Además todas
las mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos, y traían lo que habían
hilado: azul, púrpura, carmesí o lino fino” (Éxodo 35:23-25).
La Biblia enseña que una de las características que distingue
a la mujer cristiana de las que no lo son, es la sabiduría. Dicha sabiduría la
utiliza en su forma de pensar, hablar y vivir.
La Biblia nos muestra varios ejemplos de mujeres que haciendo
uso de su sabiduría hicieron grandes obras, veamos:
ES PACIFICA Y FIEL:
“Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os
ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hablé con él. Cuando él se
acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Ella le
dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo. Entonces volvió ella
a hablar, diciendo: Antiguamente solían decir: Quien preguntare, pregunte en
Abel; y así concluían cualquier asunto. Yo soy de las pacíficas y fieles de
Israel; pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué
destruyes la heredad del Señor?” (2° Samuel 20:16-19).
La mujer sabia se caracteriza porque no anda en
murmuraciones, peleas o riñas con las demás personas, sino que busca estar en
paz con todos; es amistosa: corrige los daños, agravios u ofensas que hace,
paga lo que debe y termina bien las buenas cosas que inicia (Hechos 12:14 y
Mateo 5:9).
Esta mujer a pesar de las tentaciones y la vanidad de la
vida, es fiel a Dios; y permanece firme a los principios bíblicos. También, si
está unida en matrimonio, es fiel a su
esposo y luego con sus hijos, posteriormente como hija, es fiel a sus padres y
a sus hermanos. El orden en que lo describimos es importante.
Esta mujer, a pesar de las pruebas y adversidades, cree y
confía en Dios, sabe que siempre esta con ella y espera sus promesa (Mateo
28:20); busca y se rinde ante la presencia del Señor, procura mantener sus
pensamientos limpios y mantenerse moralmente genuina (Filipenses 5:8).
EDIFICA SU
CASA
“La mujer sabia edifica su casa. Mas la necia con sus manos la derriba”
(Proverbios 14:1).
La mujer sabia busca a Dios porque sabe que lo necesita para
poder edificar su casa; además lo fortifica poniendo por obra la Palabra, para
que su esfuerzo no sea en vano y para que cuando lleguen las adversidades,
lluvias, ríos y vientos permanezca firme (Salmos 127:1 Y mateo 7:26-27). Esta
mujer ama, atiende, se dedica y se sujeta a su esposo; ama, gobierna bien e
instruye a sus hijos en el camino del
Señor; es cuidadosa y dedicada a su casa, es hacendosa y no es ociosa, ni anda
de casa en casa, no es chismosa, ni entremetida, ni habla lo que no debe (Tito
2:3-5, Proverbios 22:6 y Tito 5:13-14).
SIRVE CON
SUS MANOS EN LA OBRA DE DIOS
“Además todas las mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos, y
traían lo que había hilado: azul, purpura, carmesí o lino fino. Y todas las
mujeres cuyo corazón las impulso en sabiduría hilaron pelo de cabra” (Éxodo
35:25-26).
La mujer sabia se caracteriza porque además de cumplir con
sus actividades ella se dispone a servir
a Dios, compartiendo con las personas que le rodean lo más importante que es la
Salvación.
Dios
las bendiga Perlas Preciosas.
Liliana Dominguez