"A no haber estado el Señor por nosotros, Diga ahora Israel; A no haber estado el Señor por nosotros, Cuando se levantaron contra nosotros los hombres, Vivos nos habrían tragado entonces, Cuando se encendió su furor contra nosotros.
Entonces nos habrían inundado las aguas; Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.
Bendito sea el Señor, Que no nos dio por presa a los dientes de ellos.
Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; Se rompió el lazo, y escapamos nosotros. Nuestro socorro está en el nombre del Señor, Que hizo el cielo y la tierra"
Salmos 124
Nosotros recogemos los frutos de lo que sembramos. Así que llegamos a un punto crítico de la vida en el que no tenemos otra opción que humillarnos ante el Altísimo. En esa humillación está la fe sobrenatural, la fe que hace que la mujer sea humilde, y se torne como un niño dependiente de su padre, inclinando la cabeza, doblando rodillas, orando y ayunando en favor de su relación con Dios y así cuidando y manteniendo su salvación que es lo más importante para un ser humano.
Vamos a meditar en esto 🙏
PERLAS PRECIOSAS 🌷
Liliana de Senseve
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