Salmo 27: 1-3 El Señor es mi luz de revelación para guiarme en el camino; Él es la fuente de mi salvación para defenderme todos los días. ¡No temo a nadie! Nunca volveré y huiré de ti, Señor; rodearme y protegerme Cuando los malvados vengan a destruirme, serán ellos los que retrocedan. Mi corazón no tendrá miedo incluso si un ejército se levanta para atacar. Sé que estás ahí para mí, así que no seré sacudido.
Que Dios les bendiga
Liliana de Senseve
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