“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren” (2° corintios 1:3-4).
Dios les bendiga abundantemente 🙏🙏🙏🙏
Perlas Preciosas
Atte: Liliana de Senseve
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